Reportaje

DIVA, REPORTAJE Y PORTADA, REVISTA "LA CÁFILA"

 

 

 

REVISTA "LA CÁFILA", Numero 2, Año 2001

 

 

PARTE I

 

    El Transformismo no se trata de un cambio o de una mímesis. Consiste en sacar fuera el eros oculto, una especie de afirmación que se impone sobre la negación social que suele definir al eros expuesto y secundario. La caracterización se establece mediante el conocimiento indicial de vestigios ocultos: genitales hábilmente suprimidos, abultamientos pectorales a modo de senos que sabemos ficticios y una voz replicada en la amplificación envasada.

 

 

    La faz determinada por nacimiento se recubre con maquillaje. Es como preparar una tela blanca sobre la cual se dibujará la otra mitad. No deja de ser graciosa la ironía de cubrir para develar. Los rasgos duros del estereotipo masculino desaparecen en un proceso que tarda horas. Comienzan a aparecer las sutiles facciones de la femineidad. La virilidad se duerme, queda descansando bajo la sombra, el rubor, el lápiz labial y la máscara para pestañas. La persona da paso al personaje. Para que el truco resulte con mayor facilidad, se busca una referencia clara, reconocible y permitida. Se elige en este caso un ícono pop: Madonna, con su inolvidable apariencia de Evita. En un doble juego, La Diva encarna a otro personaje, que a su vez es asumido por el performer. La transformación queda completa con este doble desdoblamiento, como si de muñecas rusas se tratase. El rostro no cambia ni se mimetiza; se transforma en una forma lúdica pero que, como los juegos de la niñez, es adoptada en serio. Y por un breve instante en que el artista mostrará ante los complacidos espectadores la figura trasvestida de una Madonna, para luego volver al camerino a retirar las sutilezas y despertar a la mitad dominante del género.

 

 

PARTE II

 

     Con la búsqueda de la apariencia invertida se dividen los caminos en tres opciones: transexualidad, travestismo y transformismo. El transexual, cuyo cambio es permanente, es un ser que abandona por completo las exigencias de su sexo y asume el opuesto, con todo el rigor de éste. El travesti, por su parte, no alcanza a llegar a la radical determinación de su primo anterior. A partir de este comportamiento se definen dos líneas estéticas: quienes buscan la fidedigna imitación del sexo elegido y quienes definen un paradigma propio de sexualidad. Son los llamados drag queens -que con sus atuendos de barroca chabacanería y presencia estrafalaria mezclan y funden rasgos de hombre y mujer, posibilitando una coexistencia simultánea de géneros  en una suerte de universo paralelo hecho de lentejuelas, tacones desmesurados, grueso y marcado maquillaje, todo acompañado de canciones del Gay pride-. Y por último, definido por voluntad y no por el determinismo sexual, existe el transformista. Son personas que asumen un personaje del otro sexo -tanto hombres como mujeres- y que remiten su transformación a un momento, a un escenario, por lo tanto, a un contexto histriónico que será consumido en el acto del voyeur.

 

    Hemos escogido este arte no reconocido para dejar un registro gráfico y tratar de esta manera entender y apreciar esta marginada caracterización.

 

 

PARTE III

 

     Se nos invita a este juego con el divertimento de la travesura. Se nos sugiere también dejar dormir a la bestia presta a defenderse, a definirse mediante el rechazo explícito, el comentario mordaz susurrado al amigo o a la onomatopeya articulada como grito y abucheo. Se nos sugiere sonreír y deconstruir las referencias, con toda la complicidad de la interpretación. Pero la amenaza del agrado, el cosquilleo perturbador del extrañamiento y la profunda culpabilidad del abandono al deleite hacen tambalear las bases de la hombría. Se hace necesario que Marte aniquile a Venus, pero a éste último le es indiferente el primero.

 

     Un planeta de lluvias se divierte sobre el escenario ante la estupefacción de un rojo desierto...

 

Gentileza de "Revista La Cáfila"

V Región, http://la-cafila.20m.com

E-mail: lacafila@hotmail.com

09-2926268   09-6731735

 

 

  

[Volver a la portada]